• Académicas abordan el quehacer comunicativo desde la mirada feminista y de justicia social
Por primera vez, como parte de la XIX Semana de la Comunicación. 50 años de Comunicación: sus travesías e itinerarios, organizaron la mesa que colocó al feminismo y a la justicia social como eje central para reflexionar sobre la comunicación, a través del testimonio de cinco académicas.
La doctora Malely Linares Sánchez, docente-investigadora de la Universidad Autónoma de Zacatecas, habló mediante videoconferencia acerca del trabajo que ha realizado con mujeres de Cherán, pueblo que sufría por la presencia del crimen organizado, cuyos integrantes talaban ilegalmente la zona. En abril de 2011, las mujeres decidieron organizarse y, junto con los hombres, defender ese territorio.
Linares Sánchez acotó que las mujeres han desempeñado roles fundamentales en la preservación de la cultura y del territorio en la meseta purépecha, pese a todo, siguen enfrentando la violencia de género. Habló de la comunicación para la re-existencia social, que definió como el conjunto de las prácticas comunicativas de la comunidad y las apropiadas, pues ellas retoman las nuevas tecnologías de la información, las reapropian para visibilizar las luchas frente a las estructuras de poder y la violencia de género.
La doctora Sandra Ivette González Ruiz, docente de Comunicación en la FES Acatlán y responsable del Programa Editorial de la Coordinación para la Igualdad de Género en la UNAM, habló sobre la investigación que realizó sobre la escritura de las mujeres en las dictaduras latinoamericanas. Detalló que muchas de ellas fueron presas políticas o desaparecidas por los regímenes militares. En ese contexto, encontraron en la escritura “una herramienta para rearmar el sentido”, algunas incluso desde el encierro.
La investigadora compartió algunos poemas de las autoras y mencionó que para realizar ese trabajo utilizó la metodología de las genealogías, mediante la cual extendió la búsqueda más allá de los archivos oficiales —pues muchas escribían desde la clandestinidad— y tuvo en cuenta el contexto de cada una. Esta búsqueda le permitió tejer “constelaciones” de las poetas, pues a pesar de que muchas no sobrevivieron, “su luz nos sigue llegando”. La académica también señaló la importancia de cambiar las narrativas sobre las mujeres y no presentarlas solo como víctimas, sino como protagonistas de historias de rebeldía contra la violencia.
La maestra Lorena García Contreras, profesora en la FES Acatlán, charló sobre escritoras latinoamericanas contemporáneas que han dedicado sus obras a lo insólito, lo inusual y el terror. Consideró que, aunque los medios nombran a las escritoras del siglo XXI como una especie de “nuevo boom latinoamericano”, en realidad la escritura de mujeres en el tema no es reciente, como lo demuestran autoras del siglo XX como Amparo Dávila o Clarice Lispector.
García Contreras explicó que las obras, enmarcadas dentro de la Literatura del desencanto realista y de lo inusual, en muchas ocasiones entrecruzan el periodismo y la literatura, caracterizadas por transgresoras, con fuerte contenido político que bebe del “trauma social de América Latina”, por ejemplo, las dictaduras y sus secuelas. También, hablan de lo “abyecto”, es decir, personajes marginados y excluidos, lejos de lo hegemónico. Algunos ejemplos: las ecuatorianas Mónica Ojeda y María Fernanda Ampuero o la argentina Mariana Enriquez, detalló.
La licenciada Cecilia Núñez Martínez, jefa de Comunicación en la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM (CIGU) describió los desafíos y las estrategias de dicha área. Destacó que la misión de la CIGU es llevar información a la comunidad universitaria sobre los mecanismos y rutas de atención en casos de violencia por razones de género, proponer narrativas que sensibilicen a la comunidad sobre diversas problemáticas, así como visibilizar los aportes de las mujeres. Además, al ser el organismo encargado de la política institucional en materia de género, trabajan conjuntamente con otras instancias de la UNAM y brindan capacitaciones al personal.
La maestra Sandra Roan Cano, secretaria del Comité Interno de la Red de Educación Continua de la Unidad Académica de Estudios Regionales-UNAM, destacó la importancia de repensar el feminismo en la ética académica universitaria, la cual debe basarse en la honestidad intelectual. La ponente señaló que la ética feminista “nos invita a repensar el conocimiento, la justicia y las relaciones humanas en el ámbito académico y educativo con la finalidad de transformar la academia como espacio inclusivo, donde las mujeres y otros grupos de género diverso puedan desarrollar potenciales en igualdad de condiciones”.