• Con excelsa jornada, celebraron un cuarto de siglo de esta lengua en el Centro de Enseñanza de Idiomas
Con la consigna de seguir protegiendo el patrimonio lingüístico, evitar la castellanización y mantener la lucha contra el racismo y la discriminación, celebraron 25 años de enseñanza de la lengua hñähñu (comúnmente conocida como otomí) en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, en evento realizado en el Auditorio del Programa de Investigación.
En el marco del Decenio Internacional de Lenguas Indígenas, el profesor David Rey Ávila, jefe de la Coordinación del Centro de Enseñanza de Idiomas, destacó que las lenguas indígenas representan un tesoro invaluable, de ahí la importancia de su conservación.
Aseguró que es tarea de todos: estudiantes, maestros e intelectuales, fortalecer el legado milenario. “Es un trabajo muy fuerte, pero que se puede lograr con esfuerzo y dedicación”, observó.
La jefa del Departamento de Español para Extranjeros y Lenguas no Indoeuropeas, licenciada Eva Ocaña Islas, se congratuló de que la enseñanza de dicha lengua haya llegado al 25 aniversario.
Ocaña Islas aseveró que el hñähñu es una cosmovisión, con alma, espíritu y muchos valores, por ello apostó a que siga vigente por muchos años más.
Mientras tanto, el profesor Raymundo Isidro Alavez reafirmó la misión de seguir protegiendo a los pueblos originarios, lenguas y costumbres, así como rescatar y tener siempre presente la identidad y nunca avergonzarse de nuestras raíces.
Originario del Valle del Mezquital, en el estado de Hidalgo, Isidro Alavez, quien imparte la lengua hñähñu en el Centro de Enseñanza de Idiomas desde 1999, invitó a la comunidad universitaria a conocer y aprender sobre las lenguas originarias.
El catedrático estimó que aprender un nuevo idioma es el inicio para explorar otra cultura, su arte, raíces, todo un mundo que tal vez no se encuentra a simple vista.
Los festejos iniciaron con el ritual de la Nación hñähñu, con ofrenda de flores de Cempasúchil, mole y arroz ofrecidos al Padre Sol, así como reverencia a los cuatro puntos cardinales empezando por el Este, donde inicia el día, y luego por el Oeste, donde muere, pasando posteriormente por el Norte y culminando con el Sur, acompañado por el inconfundible sonido del caracol.
De acuerdo con el maestro Jacinto Cruz Huerta, presidente de la Asociación Civil Hogäm´u(Bienestar) de dicha Nación, explicó que dicho ritual se lleva a cabo al iniciar cualquier actividad.
Los festejos culminaron con la realización del taller de bordado, danzas, música, poesía, narrativa, así como el coro integrado que deleitaron al público con melodías que dan vida a la lengua hñähñu.