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• La obra resalta la dualidad entre el respeto a los derechos humanos y un Estado democrático

“No puede existir un Estado que se pretenda llamar democrático si no hay un respeto a los derechos humanos”, expresó el doctor Gonzalo Levi Obregón Salinas, al presentar su obra Los derechos humanos del derecho penal del enemigo, coescrita con la doctora Lizbeth Xóchitl Padilla Sanabria, docente de esta Facultad.

Gonzalo Levi Obregón Salinas, docente del Posgrado en Derecho de la UNAM en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, explicó en una charla virtual que en obras anteriores se había interesado en desarrollar las teorías de sistematicidad de principios y el método de verificación jurídica, por lo que, en esta nueva publicación, decidió resolver a partir de dichas teorías la figura de la extinción de dominio, la cual se encuentra en la Constitución y que brinda al Estado “la posibilidad de excluir o dejar fuera de la aplicación de los bienes o la libre disposición del patrimonio a las personas que se les presuma de su culpabilidad”.

Ante alumnos de las Maestrías en Derecho y Política Criminal de nuestra Facultad, agregó que “Nos damos cuenta de que, de manera desproporcionada, totalmente contraria al principio de legalidad sustancial, existe la posibilidad de que una persona viva una pena trascendental”, resaltó el autor y añadió que “no puede considerarse un Estado democrático aquel que sanciona desproporcionalmente a sus ciudadanos. En este contexto se ha querido incluir (en el texto) el derecho penal del enemigo de estado de excepción”.

Durante la presentación de la obra, el doctor Leandro Eduardo Astraín Bañuelos, profesor investigador de la Universidad de Guanajuato, destacó que en el libro se asume un firme compromiso con las instituciones del constitucionalismo, además, los autores abordan un entramado argumental que desarrollan a través del análisis completo de un conjunto de instituciones.

“El libro de Padilla y Obregón asume una postura contramayoritaria, contra la tendencia orientada al efectivismo penal que ve en las normas de defensa social el mecanismo para defenderse de los desviados, de los enemigos, de los otros que no son como nosotros y que, para lograrlo, enarbola el discurso de la reducción de garantías, del incremento de penas”, señaló el investigador.

Astraín Bañuelos destacó que, entre las múltiples variantes del populismo penal, la apuesta garantista de los autores se decanta a lo más notable de la doctrina liberal e ilustrada, ya que, en su planteamiento, los derechos fundamentales tienen un papel protagónico; no representan solamente esferas de libertad tuteladas donde el poder público no puede intervenir sin cometer un acto ilícito, sino que a esta dimensión subjetiva se suma el rol de los derechos como elementos conjuntadores de ordenamiento jurídico.

En este texto, resaltó, el lector encontrará un llamado de atención enérgico e informado para ver siempre en el Estado a un ente carente de legitimación interna y tendencialmente lesionador de los derechos de las personas, sin embargo, en la obra también se encuentra “un conjuro formidable contra esa clase de exabruptos: la constitución y los derechos. Decirlo y hacerlo realidad tal vez sea la principal ocupación de los juristas”, señaló.

Categoría(s): Boletines

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