¿Qué tan fácil es dejar ir cosas a las que uno está apegado? ¿Qué tan difícil es tomar la decisión de ser un ángel? Estas son las principales incógnitas que tiene que enfrentar Ezequiel Sanguinetti, personaje principal de El Ángel de la valija, puesta en escena que se presentó en el Teatro Javier Barros Sierra de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.

Como parte de los festejos el 35 aniversario del Centro Cultural Acatlán, esta obra llegó a los universitarios en el formato de Teatro en corto que promueve, una cercanía entre el actor y el público; de esta forma, sobre el escenario del recinto se contó una historia de apego y libertad.

Ezequiel es una persona común y corriente que vive en una pequeña comunidad. Un día es designado para un trabajo muy peculiar: ser un ángel. Para tal fin debe despojarse de todo, incluso de una valija roja que lo ha acompañado en cada una de sus aventuras.

Severo Callaci, con un trapo, un palo y la valija, interpreta en forma de monólogo no solamente al personaje principal sino a nueve más que están involucrados en la historia, con un manejo del escenario del que le permite estar en todos los lugares por medio del cuerpo y la narración

Esta obra lanza el mensaje de cómo uno toma las decisiones que de alguna manera potencian la vida y cómo eso afecta a quienes nos rodean para que puedan elegir opciones que les hagan bien en su propia vida.