El Doctor Manuel Martínez Justo, Director de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán encabezó las ceremonias solemnes en las que se entregaron medallas por Antigüedad Académica a profesores y profesoras que cumplieron 10, 15, 20, 25, 30, 35, 40, 45 y 50 años, en el Teatro Javier Barros Sierra. Por esta ocasión se concedieron a tres académicos ya fallecidos.

Acompañado por la química Bertha Guadalupe Rodríguez Sámano, secretaria General de la Asociación Autónoma del Personal Académico de la AAPAUNAM, la maestra Nora Goris Mayans, secretaria General Académica, y el licenciado José Rodrigo Zenteno Gaeta, secretario de Estudios Profesionales, el doctor Martínez Justo señaló que “la medalla que hoy se entrega representa una gran parte de su vida en la que han experimentado diversos cambios, adquirido nuevos conocimientos y desarrollado mejores técnicas en el proceso enseñanza-aprendizaje. Estoy seguro que estas experiencias han sido gratas y han contribuido a enriquecer su vida y la de sus alumnos”.

Ante familiares, profesores y amigos de los galardonados, les dijo “reciban esta presea con enorme orgullo porque se la merecen, sin olvidar nunca que la generosidad y la humildad aumentan siempre el mérito y los frutos de sus logros académicos”.

Por 10 años, se entregaron 56 medallas, 14 por 15 años, 28 por 15 años, 41 medallas por 20 años. Así como 34 medallas por 25 años, 21 por 30 años, 10 por 30 años, 20 medallas por 35 años, 20 por 40 años, cuatro medallas por 45 años y una por 50 años dedicados a la docencia.

Correspondió al licenciado Luis Felipe Estrada Carreón, dar un mensaje a nombre de sus colegas, donde rememoró pasajes de esta Unidad Multidisciplinaria, como la fundación el 17 de marzo de 1975 y la huelga de 1999, y aseguró que en dos décadas de entrega y trabajo “somos docentes que han vivido varias transformaciones: de las actas de papel a la firma electrónica… la modificación del Estatuto del Personal Académico, y también enfrentamos las primeras acreditaciones externas y la evaluación docente sistemática”.

En la segunda ceremonia, el maestro José Pedro Valera Negrete, con 71 años de edad, 50 de ellas dedicados a impartir clases en éste y otros campus universitarios, mencionó algunas anécdotas y situaciones en las que ha participado en las últimas cinco décadas.

“Gracias a la Universidad, a los compañeros profesores actuales y a los que ya no se encuentran entre nosotros, así como a los alumnos por darle sentido a nuestro vivir, ya que el tiempo persiguió rápidamente nuestra juventud, nos forjamos como hombres y mujeres del mañana en las batallas que hoy enfrentamos con dignidad buscando la sabiduría y la templanza para afrontar las adversidades, haciendo que nuestro trabajo y el de los alumnos, como dijo José Vasconcelos, ´no solo sirva para tener una mejor Universidad, sino para que la Universidad sirva mejor a México´”, dijo.

Al término de las ceremonias, por primera vez se realizó la entrega post mortem a tres catedráticos que forjaron varias generaciones de profesionistas y se les brindó un minuto de aplausos como reconocimiento a su destacada labor: licenciado Francisco Casanova Álvarez, ingeniero Rafael Julio César Contreras Borrayo y licenciado José Jesús Salvador Ruano y Ortiz.