Para la VI edición de las Jornadas SUAyED se reunieron las voces de los participantes del movimiento 1968, comentó durante la inauguración la licenciada Aída Villalobos Sosa, jefa de la División del Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia; el doctor Alejandro Byrd Orozco, secretario de Extensión Universitaria y Vinculación Institucional mencionó que se trataron de invitaciones para reflexionar en comunidad sobre un año de ruptura en donde la juventud fue la protagonista.

En la primera mesa, el maestro Benjamín Hernández Camacho, docente de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán habló sobre su participación en el movimiento del 68, el cual surgió por el crecimiento de la población universitaria desde los cincuenta, lo que permitió que los jóvenes con intereses afines se unieran y organizaran.

La doctora Margarita Lagarde Lozano, catedrática de la Facultad de Psicología de la UNAM, agregó que uno de los orígenes del movimiento fue la idea de que la revolución mexicana había sido traicionada por los gobernantes de hace 50 años y querían suprimir cualquier oposición para que los XIX Juegos Olímpicos se realizaran con tranquilidad.

Por su parte, Ignacia Rodríguez Márquez “La Nacha”, presa política del movimiento, detalló que nunca se identificó como una líder, sino como una brigadista, labor que continúa como parte del Comité del 68, y que uno de sus propósitos es reivindicar el papel de las mujeres en el movimiento. Añadió que la lucha actual consiste en apoyar a aquellos que son atacados, pues “además de ser dignos, debemos ser valientes”, y reafirmó su fe por la actual juventud del país.

A su vez, la periodista y escritora, Adriana Malvido Arriaga habló sobre la importancia de la gráfica durante el movimiento estudiantil, las imágenes creadas en el despacho de Pedro Ramírez Vázquez para los Juegos Olímpicos fueron retomadas por los estudiantes para alzar la voz, como la paloma de la paz atravesada por una bayoneta.  “Se puede hacer una historia de imágenes”, expuso la periodista al narrar el surgimiento de estos íconos.

Del mismo modo, el escritor Braulio Peralta Villegas habló sobre los “personajes laterales del 68”. Contó la historia de Alcira Soust Scaffo, uruguaya que trabajaba en la UNAM cuando se dio la ocupación militar en Ciudad Universitaria y quedó atrapada en unos baños, de los que no salió para evitar ser capturada, sobrevivió tomando agua de la llave y escribiendo poemas en papel higiénico. Roberto Bolaño la inmortalizó como un personaje del libro Los detectives salvajes.

Posteriormente, Peralta Villegas describió el caso de Elena Garro, quien acusó a un grupo de intelectuales de utilizar a los estudiantes. Las declaraciones publicadas en El Universal le valieron a la escritora la animadversión del círculo cultural mexicano y huyó con su hija al extranjero, sólo para volver después de muchos años. El periodista también habló de su propia experiencia, adolescente cuando sucedieron los hechos del 68, se identificaba con el movimiento, y fue una de las razones por las que decidió dedicarse al periodismo.

Las Jornadas también contaron con eventos culturales y deportivos, además de una serie de talleres multidisciplinarios dirigidos a la comunidad de Acatlán.