“Veo el egreso como una responsabilidad. Tuve la oportunidad de prepararme profesionalmente, por lo tanto es un compromiso cívico y ético en cuanto a la práctica y ejercicio de mi carrera”, señaló Atziri Maya Razo, al concluir la licenciatura en Pedagogía, generación 2015-2018 con 9.8 de promedio, en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.

A manera de recomendación para estudiantes de otros semestres y a los de nuevo ingreso, Maya Rizo insistió que “no existe pedagogía sin amor. Amar la tarea y el propio proceso que implica amar al otro y amarme a mí. No podría existir un acto netamente pedagógico. Es necesario para poder concebirme a mí, concebir al otro y concebir el proceso que conlleva la pedagogía”.

En referencia al educador brasileño Paulo Freire, la ahora egresada recordó que “no concibo la idea de una pedagogía sin amor. Todo aquel que quiera ser pedagogo tiene que estar dispuesto a amar, porque solamente el amor nos puede dar la capacidad de insistir una y mil veces más antes de desistir”.

Con el propósito de continuar sus estudios en esta unidad multidisciplinaria, Maya Razo explicó que el próximo año cursará la maestría de Pedagogía pues, dijo, desea trabajar con la población vulnerable. Agregó tener planes de desempeñarse en contextos de encierro, como son las prisiones, particularmente el Tutelar de Menores ubicado en San Fernando, en la delegación Tlalpan, donde atienden a menores infractores de entre 12 y 18 años.

Sin dudarlo Maya Razo consideró que estudiar Pedagogía en la FES Acatlán, en la UNAM, resultó un privilegio. En dos ocasiones hizo el examen de admisión, de ahí que señalara que como ella, hay miles de jóvenes con capacidades, habilidades y conocimientos para estudiar la educación media superior como derecho constitucional, posibilidad, que manifestó, puede ampliarse a la educación superior.

Ejemplos

En los cuatro años de estudio en Acatlán, Maya Razo encontró docentes ejemplares de la Pedagogía, congruentes entre el hablar, actuar y demostrar a través de diversas labores cotidianas, la práctica y profesionalismo necesarios. Ejemplos que desde su perspectiva constatan que no se debe segmentar lo pedagógico del aula si no aplicarlo en la sociedad donde es posible encontrar a personas vulneradas u oprimidas.

Concluir la licenciatura significa una responsabilidad para Maya Reza, al mismo tiempo dijo se trata de un desafío que busca reafirmar las acciones para que “la esencia de una misma permanezca y para que los logros no hagan perder el piso. Ser íntegra entre lo que se dice, piensa y se hace en cada una de las áreas de la licenciatura”, explicó.

Para quienes eligieron esta licenciatura, sugiere “busquen conocer la esencia de la pedagogía cada día, en cada materia, con cada acto. Todo sujeto está en formación desde que nace hasta que muere, no cerrarnos a la posibilidad de seguir formándonos. Somos pedagogos en construcción a través de la práctica y la teoría de lo que veo y pienso”.

Atziri agradeció el respaldo de su mamá, Tonantzín Razo Villanueva, maestra de inglés; su hermana menor, Nitzia, estudiante de preparatoria, y a la memoria de su padre, Carlos Maya González, fallecido en marzo de 2015.