En el Auditorio del Programa de Investigación se llevó a cabo la mesa Literatura brasileña contemporánea: tres visiones, un espacio de reflexión sobre los autores Ricardo Guilherme Dicke, Manoel de Barros y la construcción de los textos utópicos.

La doctora Madalena Machado, profesora e investigadora de la Universidade do Estado de Mato Grosso, Brasil, habló acerca de la literatura de Ricardo Guilherme Dicke y algunas de sus obras como Madona dos páramos o Cerimônias do esquecimento. Explicó que los escritos de Dicke se caracterizan por un “decir escondiéndose”, por su profundidad y por la presencia de varias voces en sus narraciones.

En cuanto al estilo, resaltó el clima en sus textos, por ejemplo, si se encontraban en un desierto, el calor debía ser abrasante, indicó Machado. El escritor detallaba una decadencia en sus personajes, pensamientos y sentimientos, además, algunas de sus obras como Madona dos páramos guardaban un carácter sensual, resaltó.

Por su parte, el maestro Almir Gomes de Jesus, profesor de Universidade do Estado de Mato Grosso, Brasil, charló sobre las características de los textos utópicos, los cuales son motivados por dos elementos principales: el deseo y la imaginación. Detalló que una utopía es una sociedad ficcional más próspera y feliz que la actual, concepto acuñado por Tomás Moro.

Al escribir, este tipo de actores tienen principalmente motivaciones política y artística, sin embargo, cada utopista ha resaltado características muy específicas en sus obras, subrayó el maestro. Puntualizó que en esos textos, generalmente se muestra al lector cómo desplazarse de la realidad histórica en la que se encuentra y la forma de llegar al lugar que se proyecta; lo anterior con el fin que durante la lectura se genere un sentimiento que sirva para criticar su ambiente de convivencia social.

Finalmente, el maestro Ricardo Marques Macedo, doctorado de la misma institución que sus compatriotas, profundizó en la poesía de Manoel de Barros, quien, durante los 75 años de su producción poética, experimentó con diversos modelos de escritura.

Asimismo mencionó que su obra se divide en tres fases: la primera está ligada a temas urbanos, con mirada hacia las amarguras humanas; en la segunda, el poeta comienza a experimentar cada vez más con recursos diversos del lenguaje y, en la tercera, se dedica a escribir las memorias que habría querido vivir.